Si ha estado en contacto con los maestros y en las aulas de clase, quizá haya escuchado el término "fluidez". ¡Vale la pena saber más sobre la fluidez! Siga leyendo para saber de qué se trata y cómo ayudar a su pequeño estudiante a desarrollarla.
Fluidez: ¿Qué es? ¿Por qué es importante?
Si alguien tiene fluidez para hablar otra lengua o para tocar un instrumento, se observa una calidad natural, elegante y relajada. Sucede lo mismo con las destrezas de lectura. La fluidez de lectura es la capacidad que tiene un niño para leer un libro o un texto de manera correcta, de corrido y con expresividad. Un lector fluido no tiene que parar para "descifrar" cada palabra. Más bien, puede leer la mayoría de las palabras automáticamente. Esto significa que el lector puede centrar su atención en el significado del cuento o el texto. Por ese motivo, la fluidez tiene una importancia central: Es el puente entre descifrar palabras y comprender lo que se ha leído.
¿Cómo podemos estimular la fluidez en la lectura?
Los padres pueden ayudar a su hijo a desarrollar la fluidez de lectura con algunas actividades sencillas y divertidas.
Lectura de a dos o con un "compañero"
Lo mejor y lo más sencillo para ayudar al niño a desarrollar la fluidez es ¡sentarse con él/ella y leer! Lean juntos todos los días, lo que comúnmente se llama "lectura de a dos o con un compañero". Para poner en práctica la lectura de a dos, simplemente túrnense para leer en voz alta. Usted lea primero, ya que su lectura ofrece un modelo de cómo debe ser una lectura buena y fluida. Luego, pídale a su hijo que lea la misma página que usted acaba de leer. Se dará cuenta de que su hijo empieza a leer cada vez más como usted. Repita este método con varias páginas. Cuando su hijo se sienta más confiado y familiarizado con el libro, túrnense para leer una página cada uno.
Vuelvan a leer sus libros preferidos
Otra manera de ayudar a desarrollar la fluidez es apilar un buen número de libros que el niño pueda leer con rapidez y facilidad. Aliente a su hijo para que vuelva a leer sus libros preferidos una y otra vez. Con cada relectura, notará que su hijo lee con más facilidad, velocidad y con mayor confianza y expresión.
Grábenlo
Otra manera divertida de practicar la lectura y aumentar la fluidez es hacer que el niño cree sus propios audiolibros. Esto puede hacerse con un grabador o con la función o aplicación de grabación de audio (como Audioboo) de su teléfono. O puede usar algo más sofisticado, como StoryKit, que permite que un usuario cree un libro de cuentos electrónico y grabe el audio para acompañarlo. Sin importar el método que use, su hijo estará practicando lo que desea grabar, y la práctica de lectura es lo fundamental. ¡Compartir sus grabaciones de audio con familiares y amigos también es una gran motivación!
Estas actividades son sencillas y se necesitan muy pocos materiales. Practique estas actividades con su hijo y ayudará a desarrollar su fluidez, una destreza que tendrá de por vida.
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