En los Estados Unidos, todos los niños tienen derecho a recibir una educación pública básica primaria y secundaria independientemente de su raza, color, nacionalidad de origen, ciudadanía, condición de inmigración real o percibida, o de la condición de sus padres o tutores. Los distritos escolares que prohíban o desanimen, o bien mantengan políticas cuyos efectos sean prohibir o desanimar que los niños se matriculen en escuelas debido a que ellos o sus padres o tutores no son ciudadanos estadounidenses o son indocumentados, podrían estar quebrantando la ley federal.
A continuación se ofrecen algunos ejemplos de políticas de matrícula aceptables, como solicitar prueba de residencia en el distrito escolar, así como de políticas que las escuelas no pueden usar para negarle la matrícula a su hijo.