Pat Mora
Pat Mora es méxico-americana y escritora de cuentos y poesía. Escribe libros cortos para niños sobre la familia, la cultura méxico-americana y el desierto. Muchos de sus libros tienen las palabras en inglés y al lado las palabras en español.
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Entrevista en video
Transcripción
Una nueva visita con Pat Mora
Celebrando Día 15
Me da tanto gusto que la celebración El día de los niños/El día de los libros va a cumplir 15 años, y estamos preparando para tener celebraciones por todo el país. El tema del “Día,” como lo decimos, es vincular a todos los niños con libros, con culturas, con idiomas – a todos los niños.
En este país se oyen tantos idiomas, verdad, pero sabemos que tenemos una población hispana que va a creciendo. Entonces yo quiero que los niños que oigan español en su casa, que sean hispanohablantes, que sientan orgullo en ser bilingües. Y yo me fijo, y también padres de familia me dicen que a veces sus chicos no se sienten orgullosos, y es una tristeza – yo tuve la ventaja, gracias a mi abuelita que no habló inglés, y yo fui su primer nieta, yo tengo la ventaja que toda mi vida he hablado los dos idiomas, y como dice el dicho: “Quien habla dos lenguas, vale por dos”, ¿verdad?
Pero a veces, les tenemos que dar el ejemplo a nuestros niños y apoyarlos para que sientan orgullo en su cultura. Le sugiero que fueran a su biblioteca pública, o a la escuela en su vecindad y hacer la pregunta, “¿Celebramos El día de los niños/El día de los libros en nuestra comunidad?” Y si no, “¿Cómo podríamos empezarlo?”
Yo tengo una señora que se mudo de México a una comunidad muy lejos de la frontera, ella no habla ni una palabra de inglés, pero tuvo tanto interés en la celebración de Día, que ella empezó a ir a la escuela, a la biblioteca, hasta el periódico. Poco a poquito diferentes gentes en la comunidad le ayudaron, creo que es in Wyoming, yo ni lo puedo creer y cada año esta señora, me manda retratos del periódico de la celebración y ella es parte de la celebración.
Ella va y le dice a la bibliotecaria, “¿Qué vamos hacer este ano para Día?” Y va a platicar con la escuela. Y ha sido por ella que esta comunidad ya tienen la tradición cada abril de celebrar El día de los niños/El día de los libros. Entonces ella puede ser un ejemplo, verdad, y me gustaría que padres de familia por todo el país decidieran, “Yo voy a ser la persona en esta comunidad, o yo y mis amigos, amigas, vamos ir a la biblioteca, vamos ir a la escuela a decir, ‘¿Cómo podemos empezar esta celebración?’”
Cuentos familiares
Yo tuve una tía de México, que fue como mi segunda abuelita, y ella desde que estuve yo chica siempre cada noche se sentaba en mi cama y me decía, “Deja contarte de cuando yo estaba chica en México.” Esos cuentos cuando yo empecé a ser escritora, fueron como oro que alguien me hubiera dado, ¿verdad?
Porque yo todavía oigo su voz, la puedo ver a ella, en mi imaginación, ¿verdad?, como iba a los ceros y como se comió los dulces en la escuela cuando la maestro no lo veía. Entonces yo estoy tan agradecida a mi tía por contarme los cuentos familiares.
A veces familias me dicen: “Ah, pero señora, yo no sé hablar ingles, yo quiero que mis hijos que les vaya bien en este país, que tengan buen éxito, y yo no los puedo ayudar porque no hablo inglés.”
Y yo les digo, “No, pero lo que los niños necesitan es el interés, el cariño de sus padres, de sus abuelos, de sus tías, y necesitan saber su cultura, aunque digan, ‘Ay, no me cuentas este cuento otra vez.’” Y yo le decía a mi tía eso, yo estoy segura. “No, pero quiero decirte de tu abuelita, quiero decirte del pueblo donde venía yo, quiero decirte que sueños tuve yo de joven.” Esos son como regalos que les ustedes dando a sus jóvenes. Y no se sientan males si a veces los jóvenes no ponen propia atención: así son, pero no quiere decir que no están escuchando.
Y les quiero dar el ejemplo de una maestra en el estado de Texas, hace años que me paso esto, pero todavía me acuerdo yo, que ella me diga, que de chica su padre nunca aprendió inglés, y trabajaba en un trabajo muy difícil, llegaba a la casa muy cansado, pero en las noches les decía, “Hijas, siéntense aquí con migo y lean me sus libros en inglés.” Y luego ella empezó a llorar y me dijo, “Por eso soy yo maestra bilingüe. Porque mi padre querido, no entendía lo que yo le estaba leyendo pero el quería enseñarme, ‘Mi hija, yo estoy contigo.’”
Es lo que necesitan, ¿verdad? No retírense como padres de la escuela y de la biblioteca, no. Metense. Necesitan estar allí para apoyar a sus hijos.
Poner el ejemplo
El otro día un señor que conozco yo, de México, me dijo que él tiene una nieta y sus padres le hablan a la niña en inglés, los padres ya son bilingües, ¿verdad?, las generaciones, este es parte de la historia de este país. Y él me dijo, “Pero yo le hablo en español, pero ella no me quiere contestar en español.”
Este es un tiempo tan difícil en este país, tan difícil – la economía, y yo me encuentro con tantas personas tristes, porque les gustaría hacer más para sus hijos y no tienen los recursos económicos. Pero la verdad es que, cuando los académicos hacen preguntas a los chicos, los chicos siempre dicen, y me dicen a mi, “Lo que quiero yo es tiempo con mis padres.”
A veces no nos enseña, ¿verdad?, pero seguir estando allí junto a ellos, enseñándoles nuestro orgullo en ser de herencia hispana, ¿verdad?, para que tengan ese ejemplo ellos, y quizás será quince años antes de que te digan, “Ah, mamá, me acuerdo, me acuerdo cómo tu me llevabas a la biblioteca y no fue fácil para ti. Y quizás no siempre nos trataron como nos gustaría, pero tú me llevaste, y por esto yo ahora voy a ser maestra.’”
Yo tuve una amiga, que de chica su mama se fijó que ir a la biblioteca no costaba dinero. Y iban ellos, esta familia a una biblioteca en el estado de Texas, y mi amiga me dijo, “Nadie nos atendía, nadie nos preguntaba, ‘¿Necesitan ayuda? ¿Están encontrando sus libros?’” Pero me dijo, “Pero mi mamá me llevaba a la biblioteca.”
Mi amiga es bibliotecaria y ella, en ser encargada de muchas bibliotecas, cuando viene el tiempo de El día de los niños/El día de los libros, les pregunta a los encargados en la sección para niños de cada biblioteca, “Por favor escríbanme cómo vamos a celebrar El día de los niños/El día de los libros en cada biblioteca.”
Entonces por la dificultad, porque fue difícil, yo creo para su mama, ir y que nadie le pudiera atención, pero ella lo hizo por sus hijos y luego su hija fue bibliotecaria. Así es que cambiamos la vida de nuestros jóvenes, ¿verdad?, por los sacrificios y por nuestro ejemplo, pero también, cómo digo, en ser nosotros orgullosos de ser hispanohablantes, de ser de esta cultura tan rica, tan especial que disfrutamos juntos, y queremos que las bibliotecas y las escuelas también compartengan con nosotros en celebrar esta cultura.
Tomate
Yo soy Pat Mora y les voy a leer un poema que tiene el titulo,“Tomate.”
“Tomate”
Gordinflón rojo,
Salpica con semillas
Un reventón
Oda a la maestra
Soy Pat Mora, y les voy a leer un poema del libro “Dizzy in Your Eyes: Poems About Love.”
“Oda a las maestras”
Me acuerdo
del primer día,
como bajé los ojos
con la esperanza
de que no me viera,
y cuando los alcé,
vi su sonrisa
brillando como una luz suave
desde su interior.
“Los estoy escuchando,” nos animaba.
“¡Ándenle!
Participen en nuestra conversación.
Déjenos oír sus certezas como luces de neón,
sus dudas espinosas, sus enojos embrollados,”
pero durante semanas me escondí en mi misma.
Leí y releí sus notitas
Elogiando
Lo que escribía,
Y usted susurraba:
“Te necesitamos.
Necesitamos tus cuentos
y tus preguntas
que, como un fresco sendero,
nos llevarán a vistas nuevas.”
Poco a poquito su fe
me dio valor
y para usted -
en lugar de ofrecerle
una nota o una manzana o unas flores -
alcé la mano.
Llevo su sonrisa
y su fe conmigo como llevo
la carita de mi perro,
la risa de mi hermana,
las melodías románticas,
la ternura del amanecer,
las bendiciones constantes de las estrellas,
el aroma otoñal del pan de jengibre,
la seguridad de un suéter en un día frío.
Entrevista original
Una casa bilingüe
Nací en El Paso, Texas. El Paso del Norte, como se llama. Todos mis abuelos nacieron en México y se mudaron en el tiempo de la Revolución Mexicana. Mi papá también nació en México y se vino a los tres años. Mi mamá nació en El Paso. Entonces, mis dos padres crecieron hablando inglés y español porque iban a la escuela y hablaban inglés. Y luego en la casa hablaban español. Entonces yo nací en una casa que era totalmente bilingüe.
Mi abuela –la mamá de mi mamá– vivía con nosotros unas temporadas y ella hablaba en español, no más en español, y yo le tenía mucho cariño. Entonces, yo creo que es por ella que también yo tuve la necesidad, no sólo la oportunidad, pero la necesidad de hablar español de chica y me siento tan contenta que tengo esa ventaja. Es lo que les digo a los niños, que si tienen esa ventaja, el regalo de ser bilingües, quiero que practiquen su inglés y su español y que aprendan bien cómo leerlo, cómo hablarlo, cómo escribirlo.
Cómo ser parte de la familia de la escuela
En los Estados Unidos, no siempre, pero ahora, hay el deseo… que van a tener las maestras, que van a tener los encargados, la directora de la escuela… que los padres sean parte de la familia de la escuela. Así es que, aunque en algunos lugares se sienta que "no, yo no debía de ir, porque no tengo el título o yo no hablo inglés bien". En los Estados Unidos no es así. ¡No es así! Así es que uno tiene –aunque a veces se sienta algo tímida, ¿verdad?– tiene uno que ir a visitar a la maestra. Muchas maestras me dicen a mí: "Yo quiero que vengan los padres". Estoy tan contenta porque ahora me dicen algunas de las maestras: "Yo tengo un desayuno cada tres o cuatro meses y vienen 30 de los padres, y platicamos qué es lo que estoy enseñando en la clase y cómo me pueden ayudar. Yo les doy mis sugerencias y les enseño los libros". Y lo hacen en español o en el idioma de las familias.
Si no tienen ustedes estas oportunidades es posible ir a la escuela y decir: "Hay aquí un grupo de padres y tenemos mucho interés en la educación de nuestros niños. ¿Pudiéramos tener algunas juntas con las maestras?". En algunos lugares ya existe el sistema. Por ejemplo, yo visité uno en Texas, en que cuatro veces al año tienen una reunión para los padres en la noche. Las maestras dan las presentaciones en español y explican qué quieren decir los diferentes grados, cómo pueden los padres apoyar a los hijos, qué son los temas en las diferentes clases. Hay lugares en que las noticias se les mandan a los padres no sólo en inglés, pero también en español.
Pero, a veces en algunos lugares, los padres –ustedes– se van a tener que animar como líderes y tener su grupo e ir a ver a la directora o al director. Y si no hablan español, pedir que alguien esté allí presente, para poder explicarle que quieren ser parte de la escuela, que sus niños son muy importantes para ustedes y que ustedes saben que necesitan ser parte de la experiencia educativa de sus hijos.
La biblioteca es gratis y está llena de tesoros
Si llevan a sus hijos a la biblioteca –y espero que los lleven– si no una vez a la semana, a lo menos una vez al mes. Es gratis. ¡Es gratis! Allí puede uno entrar, pedir una de las tarjetas, poner su nombre, su dirección y tener el privilegio de sacar libros. No cuesta nada. Como digo yo, la biblioteca es un edificio lleno de tesoros y están allí para todos. Y todas las bibliotecas, casi todas hoy, tienen una sección en español para adultos y también para jóvenes.
Entonces, esas bibliotecas pueden ser un centro para una vecindad, para una comunidad ahora. Antes no era así. Antes, a las 5:00 de la tarde, ya la biblioteca se iba cerrando. Ahora cierran a las 8:00 de la noche. Yo estuve en Fort Worth y a las 8:00 p.m. estaba la biblioteca llena de jóvenes. Algunos estaban haciendo sus tareas, otros trabajando con la computadora, otros leyendo de diferentes países para sus proyectos de la escuela. Así es que, uno tiene que ir a la biblioteca para que los hijos sientan, "¡Ah!, aquí es como mi casa. Puedo venir. Aquí estoy seguro… puedo divertirme… y puedo leer".
La hora de cuento en la biblioteca
Muchas veces, en muchas bibliotecas hay una tradición en los Estados Unidos –y también en librerías– que en inglés se les dice "story hour" o una hora de cuento. Y lo que pasa es que la bibliotecaria encargada de la sección para niños escoge un libro o unos libros y llegan los niños –y muchas veces se sientan en la alfombra– y la bibliotecaria les lee el libro. En algunas bibliotecas hoy tienen una hora de cuento bilingüe, así es que van a leer un libro en los dos idiomas. Pero aunque sean totalmente en inglés, uno puede ir y escuchar. A veces también tienen unas actividades para los niños, así es que, quizás les van a leer un libro de los ríos –y cómo son de hermosos los ríos– y de los peces y de las ranitas, ¿verdad? Y luego, quizás los jóvenes van a pintar las ranitas o van a hacer algunas ranitas o algo así. Muchas veces hay actividades. También muchas veces hay canciones.
Pedir en voz alta
Cada autor o autora espera que todos sus libros estén en la biblioteca pública o en la biblioteca de la escuela o en las librerías. No siempre pasa, pero es la esperanza que tenemos. Así es que, uno puede ir a la biblioteca y decir: "Estoy buscando los libros de Pat Mora o Alma Flor Ada o Gary Soto". Hay muchos escritores latinos hoy, ¿verdad? O "¿Dónde están los libros?", sean bilingües o en español. Pedirle a la bibliotecaria o a la persona que esté trabajando en la librería.
Si no tienen los libros, uno puede pedir que los consigan y eso es muy importante, sentir que es parte de estar en este país. Que uno puede decir en voz alta: "Por favor, ¿me ayudan con eso? Yo quiero tener estos libros para mis niños, ¿los podrían conseguir para la bibloteca?". O ir a la librería, "¿me pueden ordenar estos libros?". No hay cargo especial. En cualquier librería, si uno quiere comprar un libro especial, puede uno darles el nombre del autor o de la autora, el título o preguntar cuáles libros tienen de esta persona. Y la persona que está trabajando en la librería puede dar nombres, detalles, precios y ordenar el libro.
En la biblioteca también y allí uno no tiene que gastar dinero, ¿verdad? Pero sí puede pedir dónde están estos libros. Es tan importante que los jóvenes vean familias –como la familia de ellos– y también costumbres que conocen. Entonces ellos sienten, "¡Ah! Este mundo de los libros es mío también!"
Por muchos años, en este país no tuvimos libros que tenían temas de la vida hispana, de la comunidad hispana. Tristemente, pero no estaban allí. Ahora va cambiando la cosa, poco a poquito. Pero esta comunidad latina, nacional, tiene que tener el interés en ir a leer los libros. Yo puedo escribir los libros, pero si las familias, los jóvenes y los adultos no leen los libros, entonces mi trabajo no se termina. Es como un círculo. Yo necesito, yo quiero que los lectores quieran leer los cuentos. Que quieran leer la poesía.
Las ventajas de ser bilingüe
A veces, hay padres y hay familias que piensan: "No, yo quiero que hablen el inglés bien, entonces no quiero que hablen español". Y lo que pasa es que, después, esos jóvenes cuando tengan sus 20 años, se sienten muy tristes, porque dicen, "¡Me gustaría poder hablar español!". Eso pasaba mucho. Ya sabemos las ventajas de ser bilingües, ¿verdad?. Ya no tenemos que hacer eso. A veces sí es difícil, porque los jóvenes están aprendiendo el inglés todos los días. ¡Y sí lo necesitan! Queremos que les vaya bien en la escuela, queremos que tengan buen éxito, ¿verdad?.
Pero yo les digo, pueden hacer las dos cosas. Sí, quiero que estudien el inglés y que aprendan a usarlo bien. Mi mamá, uno de sus muchos regalos que me dió es ese ejemplo. Ella pudo escribir, leer y hablar inglés muy bien. Pero también el español. Y les sirve muchas veces hasta en su trabajo. Yo ahora conozco a jóvenes –y algunos no son latinos, pero les tocó aprender español– y tienen empleo porque pueden hablar español. También se me hace tan peligroso, decirles a los jóvenes: "No quiero que hables tu idioma nativo". ¿Qué les estamos diciendo? Esas palabras son parte íntima de esos jóvenes.
El día de los niños, el día de los libros
En 1996, algunos de nosotros tuvimos la idea de celebrar el 30 de abril cada año como "El día de los niños, el día de los libros". Y ha crecido esta celebración en muchos estados de los Estados Unidos. Y me da tanto gusto cuando oigo que en Iowa o en Rhode Island o en Oregon se están preparando para celebrar el día de los niños, el día de los libros.
Hay muchas bibliotecas que tienen celebraciones especiales. Tienen familias que vayan a contar cuentos en español, tienen música, tienen exhibiciones de libros bilingües. Hay escuelas que tienen también celebraciones, a veces por un día, a veces por una semana. En Oregon, lo tuvieron en las bibliotecas públicas por un mes. Trayendo a los chicos, contándoles cuentos, pero también leyéndoles libros para que se vean ellos mismos en los libros. Libros de gente que sea bilingüe, de su cultura.
Y me da tanto gusto que vaya creciendo esta celebración. Pero también espero que en las comunidades en que viven muchas personas –si todavía no ha llegado allí– espero que sea esta como una semilla chica. Que vaya la gente a la biblioteca o a la escuela y decir: "Oigo que en diferentes partes de los Estados Unidos están celebrando El día de los niños, el día de los libros: el 30 de abril. ¿Cómo podría yo ayudar para que tengamos nosotros aquí esta celebración anualmente?" Eso es lo importante, que es anualmente.
Nos juntamos como una comunidad a celebrar la niñez, a celebrar los libros, a celebrar el poder de leer, ¿verdad? ¡Leer es poder! Es importante para todos. Pueden gozar esos niños y esos familiares en sus reuniones y sus fiestas. Pero también celebrando el poder de leer.
Biografía
Los abuelos de Pat Mora llegaron a los Estados Unidos durante la Revolución Mexicana y se establecieron en El Paso, Texas. La madre de Pat creció en un hogar donde se hablaba español y asistía a una escuela donde se hablaba inglés. El nombre de su madre era Estelita en el hogar pero en la escuela era Stella. Con frecuencia, ella era traductora entre estos dos mundos. Una generación después, Pat Mora creció en un hogar bilingüe y asistió a una escuela donde solamente se hablaba inglés.
Pat Mora ha trabajado como maestra, administradora universitaria y como consultora en intercambio cultural entre los Estados Unidos y México. Ha escrito más de 25 libros de poesía, ficción y no ficción para niños y adultos. Ha recibido numerosos honores y premios. Además de escribir, Pat Mora viaja alrededor del país, da conferencias, visita escuelas y fomenta la lecto-escritura entre los niños hispanos.