Alma Flor Ada
Alma Flor Ada es una autora galardonada con varios premios y ha escrito más de 200 libros para niños. Además es poeta, cuentista, educadora, madre y abuela. Con un grado de doctora en literatura y un amor por los cuentos de toda la vida, Alma se ha destacado por recontar los cuentos y las rimas tradicionales de toda Latinoamérica. Es originalmente de Cuba pero ha vivido en España, Perú y los Estados Unidos de América. En sus poesías, cuentos y noveles, Alma Flor Ada ofrece perspectivas multiculturales y divertidas para todos los niños.
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Entrevista en video
Transcripción
La entrevista se ha dividido en las siguientes secciones:
¡Colorín Colorado!
Colorín Colorado, este cuento se ha acabado y el tuyo no ha empezado. Así es como muchas veces terminaban los cuentos que yo oía cuando era niña. A veces el final era todavía un poquito más largo y decían: "Colorín Colorado, este se cuento se ha acabado y el tuyo no ha empezado. El cuento se entró por un caminito plateado, se salió por uno dorado y el tuyo no ha empezado."
Siempre nos hacia mucha gracia a los niños que nos dijeran eso y nos creíamos en la obligación de empezar nosotros también a contar nuestro cuento. No que yo contara cuentos de pequeña, pero quizá el haber oído tantas veces esto de "el tuyo no ha empezado" es lo que luego me ha hecho ser autora de tantos cuentos.
Escribiendo sobre nuestra herencia
Me llamo Alma Flor Ada y soy autora de muchos libros. Escribo libros para adultos, más que nada para profesores - hablándoles de cómo mejor enseñar a nuestros niños. Escribo libros para los padres, diciéndoles como podemos ayudar mejor a nuestros niños, y escribo muchos, muchos, muchos libros para los niños.
Trato de darles a los niños esa riqueza enorme de los cuentos maravillosos que oímos de nuestros abuelos, de nuestros tíos, de nuestros vecinos; dándole a los niños la riqueza de la poesía que existe en nuestra cultura, porque somos una cultura de poetas y tenemos poesías hermosísimas. Dejándoles a los niños saber los hermosos artistas que han creado bellísimas creaciones en nuestras culturas, y también dejándoles saber de las personas importantes; desde los científicos a los escritores, a los pintores, a las personas que han tenido el idealismo de guiarnos en la lucha, alguien como César Chavez en este país o Benito Juárez en México. Porque todo esto es la herencia a la que nuestros niños tienen derecho.
El éxito escolar y el papel de los padres
El éxito de los niños en la escuela, va a depender de cuan bien lea. El niño que lee bien va a tener éxito en la escuela. El niño que lee con facilidad, el niño al que le gustan los libros… Y la lectura depende del vocabulario - a más palabras que un niño conoce, mejor va a poder leer.
Entonces la primera tarea que los padres pueden hacer como los educadores que son de sus hijos, como los mejores y primeros y más constantes educadores que son de sus hijos es hablarles. Hablarles mucho. Contarles cuentos, todos los cuentos que oímos de pequeños; pero también hablarles de lo que ellos hacen cada día en el trabajo, de quienes son sus amigos y por que lo son. De cómo vivían ellos cuando eran de la edad que ahora son sus hijos, a que jugaban, que cosas hacían con sus amigos. Contarles de nuestros padres y de nuestros abuelos. Hacer que los niños sepan que no son traídos por el viento, que son partes, hojas, de un árbol familiar que tiene ramas y raíces.
Al hablar a nuestros hijos estamos consiguiendo dos cosas fundamentales: uno darles vocabulario, darle palabras que les van a ayudar luego para la lectura. Y también ganarnos nuestra confianza. Cuando conversamos con los niños cada día, y no sólo les contamos - también les preguntamos. ¿Y tú que hiciste hoy en la escuela? Y que no nos digan "bien" y se vayan a ver televisión. No, no, cuéntame, que aprendiste, ¿qué te dijo la maestra? ¿A que jugaste con tus amigos? ¿Qué pasó a lo largo del día?
La importancia de hablar y escuchar
Los niños se acostumbran a contárnoslo todo, y esa es la mejor garantía de que algún día cuando crezcan y se enfrenten con los múltiples peligros que inevitablemente se van a encontrar en este país, tengan la confianza de venir y contárnoslos. De decirnos, mira alguien me dijo que yo podía ganar dinero si hacía tal cosa, mira alguien me invitó a hacer tal otra. Y ahí tendremos la ocasión de orientarlos, de guiarlos, de protegerlos; porque desde pequeños hemos desarrollado esta confianza con ellos. O sea que es importantísimo hablar a nuestros hijos. Parece nada, y sin embargo, es lo que va a crearles el cimiento del éxito a la escuela.
Porque además el niño que habla con los padres, que oye cuentos en casa, o a quien el padre le lee un cuento, se acostumbra a escuchar. Como autora que visita muchas clases, les puedo decir en dos minutos con los niños cuando les empiezo yo a contar un cuento o leer una historia, si ese es un niño a quien en su casa le cuentan cuento o no. Porque los niños a quien en su casa les cuentan cuentos y les leen, están atentos escuchando, ávidos de cada palabra. Los que no, están empujando al de a lado, desamarrándose el zapato, cogiendo una cosa; no está prestando atención. Si el niño en la escuela no presta atención, no va a tener éxito.
Caminos al éxito: la buena lectura, que va a estar apoyada en el desarrollo del lenguaje que el niño haya tenido en casa. Camino del éxito en la escuela: la capacidad de atender cuando el maestro habla. Esa atención hay que desarrollársela en casa. El niño que no está acostumbrado a atender, el maestro está hablando, él se perdió y ya después cuando trata, ya no, ya se le fue algo importante, ya nada tiene sentido, y ya deja de escuchar otra vez. Y eso no lo va a llevar al éxito que todos nuestros niños necesita, merecen y que queremos que obtengan.
El papel de los padres
Pero si el papel de los padres en ayudar a sus hijos no es en enseñarles lo que les enseña la escuela. Para eso está la escuela. Los padres pueden ayudar de otra manera. Y se los dice alguien que es madre de cuatro, y que en cuanto mis hijos llegaron a high school y estaban aprendiendo cosas en matemáticas, en física, en química de las que yo no sabía nada; sin embargo pude seguirles ayudando. Porque el papel del padre en ayudar es otro. El papel del padre es hablar mucho con sus hijos y preocuparse de que es lo que el niño está haciendo y como le va. El papel del padre para ayudarles es asegurarse que los niños tienen un tiempo y un espacio tranquilo para hacer las tareas. Que hay un momento en el día en el que no hay la televisión, ni la radio, ni el ruido. Sino que "a esta hora se hacen las tareas, y a tu alrededor hijo mío, hay silencio y hay apoyo." Ese apoyo es el que los niños necesitan de sus padres.
Los padres y la lectura
El apoyo que el padre les puede dar a sus hijos diciéndoles "Cada día hay un rato para leer. Este es el rato para leer." Y el padre trae libros de la biblioteca - que esa es una de las cosas que este país tiene que ofrecer. Queremos estar aquí por algunas cosas. Una de ellas: las bibliotecas públicas. Que no cuesta nada el traernos un montón de libros a casa; o el pedirle a los niños que traigan libros de la biblioteca de la escuela, si es que la biblioteca de la escuela se los presta. Pero lo que tiene que hacer los padres es decir "La hora importante de la lectura. Ahora a leer."
Si los padres no se sienten cómodos de ser ellos quienes les lean en voz alta a sus hijos, pídanle a los niños que ellos les lean a ustedes. Miren juntos los dibujos de un libro. Traten de imaginar la historia. Ese momento sagrado de leer juntos, de leer con alegría, de leer con buen ánimo. No como "ahora tenemos que leer." No, no, no. "¡Ahora vamos a leer!" Convertir la ida a la biblioteca en un premio. "Ya llegó el sábado, el domingo, ¡que bueno! Porque vamos a tener un rato juntos de ir a la biblioteca". Y vamos a la biblioteca a sacar libros en español; libros que los padres y los hijos pueden compartir.
A leer: el idioma es lo de menos
Recuerden: a leer se aprende una sola vez. Si el niño aprende a leer bien en español, y se hace lector - que le gusta leer, que lee con facilidad en español, ni tendrá que aprender a leer en inglés. El momento en que sepa inglés, ya leer sabe. Y ya sabe que en el libro hay historias, que va de principio a fin, ya sabe que hay personajes, que hay lugares, ya sabe que hay un momento importante en la historia en que se va a resolver el conflicto. No se preocupen de creer, si el inglés no es su primer idioma, que van a ayudar a sus hijos por hablarles en inglés. No, van a ayudar a sus hijos por hablarles en español. No crean que van a ayudar a sus hijos por leerles en inglés; van a ayudarles a sus hijos leyéndoles en español.
Se los dice alguien que no sólo ha dedicado su vida estudiar este fenómeno. Que vengo de enseñar, en la universidad, alumnos doctorales que se dedican a hacer investigación en este fenómeno. Que lo he hecho por treinta y seis años en este país - sino alguien que aparte de mi experiencia personal con mis propios hijos, que como todos los hijos hubo un momento en que no querían hablar español, que todos se rebelaron y querían hablar inglés. Que sin embargo yo sabía que dejarles otro idioma era dejarles una profesión o dejarles un enriquecimiento de su propia profesión. Y que ahora todos me lo han agradecido altamente. Porque, realmente, puedo decir con toda sinceridad, la vida profesional de mis hijos es tan rica y tan buena, hoy día, porque tienen dos idiomas. Eso les ha enriquecido enormemente su presente. Si no que lo digo en nombre de las generaciones de cientos, y cientos, y cientos, y cientos de padres con los que he trabajado en todo el país, en todos los sitios.
Cuando se rompe la comunicación
Los padres que con más dolor se me acercan, son los que me dicen: "Es que yo no puedo ayudar a mi hijo. Pero no puedo ayudarlo en la vida, en lo importante, en protegerlo. Porque hoy día mi hijo tiene catorce, quince, dieciséis años y no nos entendemos. Yo no hablo tanto inglés como para convencerle de que siga en la escuela, de que siga adelante, de que se esfuerce, y él no sabe bastante español como para entenderme a mí cuando yo quiero contarle la propia historia de mi propio esfuerzo, cuando yo quiero guiarle, cuando yo quiero orientarle." La pérdida del español en el hogar no es solamente que los niños pierden algo que el resto de su vida sería un valor enorme para ellos, es que pierden los padres su papel como maestros, su papel como educadores, su papel como protectores de sus hijos. Eso es algo que nunca debiera pasar. Los padres que con más alegría veo, muchos años más tarde, son aquellos que supieron mantener el idioma en el hogar y que hoy día sus hijos están triunfando en dos idiomas.
Los libros: parte de su familia
Yo creo que hay que elegir una hora. Que hay que decir "Bueno vamos a leer en la tarde, antes de comer, si quieren," o "vamos a leer en la noche, después de comer." Pero que esa es una hora que se va a mantener con la mayor regularidad posible día tras día. Que se lea en un sitio cómodo: hay que tener una buena luz, hay que sentarse cómodamente, quizá en un sofá, o encima de una cama, o en el suelo; donde se sientan a gusto. Ponerse a los niños pequeños en las piernas, tener el libro por delante. Tener a los otros niños cerca, si es posible con el brazo por encima, ir pasando las páginas después de que todo el mundo ha tenido ocasión de mirar la ilustración, de decir algo. Que vamos leyendo la historia completa. A veces ya la hemos leído muchas veces, podemos contarla; a veces la leemos con la sorpresa de que es la primera vez que nos encontramos con ella. Los niños disfrutan de las dos cosas: disfrutan de la historia ya conocida que quieren oír otra vez y otra vez, disfrutan de la historia novedosa, que no han oído nunca, por primera vez.
Lo importante es hacer la amistad con el libro. Es que el niño sienta al libro como algo que es parte del hogar, y que es parte de la familia, y que es parte del cariño de sus padres. Que sienta que el libro es algo que sus padres aprecian, celebran y que le dicen es importante. Que los libros de la casa se tienen en un lugar cuidado. En un cajoncito, encima de una mesa, donde sea, pero que tienen los libros su lugar. Y que al niño se le enseña que al libro no se maltrata, que no se le rompen las páginas, que no se garabatea: que el libro es algo valioso que queremos cuidar. A los niños se les pueden inculcar la idea, desde ahora, que si hay un libro que le gustó mucho, pues "este lo vamos a guardar muy bien, que algún día se lo leerás tú a tus hijos; que algún día lo leerás tu con tus sobrinos." Empezar a crear ese sentimiento de que el libro es parte de la familia.
Cuentos originales sobre nuestra cultura
Me gusta inventar cuentos originales. Escribí un libro que se llama "Mi nombre es María Isabel." Porque a tantos de nuestros niños les cambian el nombre. Esta niñita se llama María Isabel Salazar López y la maestra decidió llamarla "Mary Lopez," y ella no se reconocía con ese nombre. Muchos de nuestros niños han recibido sus nombres que eran los de sus abuelos, los de sus padres y madres, los de sus tíos - son nombres que tienen un valor importante para nosotros y no vale la pena que se los destruyan. Si el maestro los puede aprender a pronunciar en español. ¡Claro que los puede aprender a pronunciar! Nuestros niños no tienen que perder nunca su identidad.
Tengo un libro que se llama "I love Saturdays y Domingos," en inglés, y en español: "Me encantan los Saturdays y Domingos." Y es un libro que refleja el que muchas de nuestras familias hablan los dos idiomas. En este caso, la niña tiene abuelos que hablan inglés a los cuales visita los sábados y abuelos que hablan español a los que visita los domingos. Y ha sido un pretexto también el libro para poner en el libro en español palabritas en inglés, y en el libro en inglés palabritas en español. Pero que siendo las palabras, los números, los días de la semana, los colores, los tamaños son palabras fáciles de aprender en el otro idioma, y los niños tienen así la oportunidad de practicarlas en los dos idiomas.
De suma importancia: ¡involuciarse en la escuela!
Una cosa que nuestros padres no saben, es que muchas veces el respeto que ellos creen estar expresando al no interferir en la escuela, al no venir a molestar, aquí se percibe de una manera muy diferente. El padre cree que no está molestando, y la escuela piensa que el padre no está interesado. El padre cree que está respetando, y la escuela piensa que el padre no le importa la educación de sus hijos.
Aquí se espera que los padres vengan a la escuela. Que los padres vengan a la escuela cada vez que se los invita a una reunión pero que también vengan a la escuela aún si no se los ha invitado, a conversar con el maestro. A decirle al maestro "¿Cómo puedo mejor ayudar a mi niño?" Y esto es esencial, porque, primero que nada desde la perspectiva del niño es importante que desde el primero momento los padres demuestren este interés porque el maestro es un ser humano, por más que tiene el deber y el interés de dedicarse igual a todos los niños - parece mentira. Yo se los digo desde la perspectiva de haber sido maestra también.
Pregunte y pregunte
Nosotros tenemos que preguntar desde el principio, ¿dónde está mi niño? ¿Cómo está mi niño? Porque una de las cosas que los padres a veces no saben aquí es que a los niños se les pasa de grado por la edad. Están en quinto grado pero están leyendo como si estuvieran en segundo. Están en quinto grado pero están haciendo matemática como si estuvieran en tercero. Y después la distancia es tan grande que ya no les es posible alcanzar su verdadero nivel. Para que eso no pase, los padres, desde principio del año, no cuando llegan las notas que ya se ha perdido la mitad del año, desde el principio: ¿dónde está mi niño? ¿Está bien, cómo le ayuda? ¿Mi niña, cómo la ve usted? ¿Contesta bastante, participa bastante? ¿La podemos ayudar, qué vamos a hacer? Esa presencia de los padres es esencial.
Y cada día hablar con los niños. ¿Hoy que aprendiste? Muéstramelo. Déjame ver tu libro. ¿Dónde esta...? Aún si no entendemos. Que el niño vea nuestro interés, que vea que nos apasiona, que nos preocupa; que la escuela es importante para nosotros. Eso hay que repetírselo al niño día a día. Así como que hay que repetirle al maestro constantemente que estamos ahí, que queremos saber. Y no aceptar si el maestro dice "No, es que no va muy bien." ¿Y por qué no va muy bien? ¿Qué va a hacer usted, y que voy a hacer yo? ¿Cómo vamos a hacerlo juntos? Esencial que estemos de abogados, de protectores de nuestros niños desde el principio en la escuela.
La rima del Señor Don Gato
Me encantará leerles la rima del Señor Don Gato. Es una de mis rimas favoritas, y hay muchas versiones de ella, y también se puede cantar; y yo sencillamente se las voy a leer en una de las muchas versiones:
Estaba el señor don Gato
En silla de oro sentado,
calzando medias de seda
y zapatitos dorados.
Nuevas le fueron venidas
que había que ser casado
con una gatita parda
hija de un gato romano.
El gato de puro gusto
subió a bailar al tejado,
mas le dieron con un palo
y rodando vino abajo.
Se ha roto siete costillas
y la puntita del rabo.
Ya llaman a los doctores,
sangrador, y cirujano.
Unos le toman el pulso,
otros le auscultan el rabo.
Todos dicen a una voz:
"Muy malo está el señor don Gato"
Tuvo que hacer testamento
por lo mucho que ha robado:
cuatro quesos, dos morcillas
y un chorizo muy salado.
A la mañana siguiente
amaneció muerto el gato.
Ya lo llevan a enterrar
por la calle del Pescado.
Las gatas se ponen luto;
los gatos, capotes pardos
y los gatitos chiquitos
lloraban desconsolados.
Los ratones, de contentos,
se visten ¡de colorado!
Al olor de las sardinas
el gato ha resucitado.
Los ratones corren corren,
detrás de ellos corre el gato.
Biografía
Alma Flor Ada se crió con su familia extendida en una gran casa en las afueras de Camagüey, Cuba. De pequeña le encantaba leer, jugar afuera en la granja, y escuchar a su mamá cantar viejas baladas a la hora de dormir. A los 17 años, y después de estudiar inglés y asistir a escuelas bilingües, Alma logró obtener una beca para ir a la universidad en los Estados Unidos.
Durante muchos años, Alma viajó alrededor del mundo siguiendo sus intereses académicos. En España obtuvo un título en Estudios Hispanos. En Perú, alcanzó un doctorado en Literatura en Español. Su próximo paso fue llevar a cabo investigaciones en Harvard University, después de lo cual se trasladó a la University of San Francisco para dirigir el Centro para la Literatura Multicultural para Niños y Adultos Jóvenes. Con el correr de los años, Alma ha sido reconocida como una líder influencia en el campo de la educación bilingüe en EE.UU.
La carrera de autora de Alma Flor Ada nace cuando comenzó a desarrollar libros de texto para sus alumnos en Perú. Originalmente escribió su primer libro para niños para su hija, pero rápidamente se convirtió en una lectura requerida para miles de alumnos en Perú. Desde que se mudó a los Estados Unidos, Alma se desarrollado materiales educativos, recontado cuentos tradicionales y escrito libros de imágenes originales, al igual que novelas para estudiantes de nivel medio. Entre sus muchos galardones se destacan el Christopher Award por su libro The Golden Coin y el Pura Belpré Award por Under the Royal Palms.
Alma Flor Ada vive en Mill Valley, California y es profesora emérita en la University of San Francisco.