De aquí como el coquí
La mascota de Miguel, Coquí, siempre anda con el: mientras saluda a sus vecinos en San Juan, compra quesitos en la panadería y mientras escucha la historia de su abuelo cuando conoció al famoso pelotero Roberto Clemente. Un día Miguel se entera que el y sus padres se mudarán a los Estados Unidos, lo cual significa dejar atrás a sus amados abuelos, su hogar en Puerto Rico y también a Coquí. La vida en la ciudad de Nueva York es abrumadora, con lugares, comidas y personas desconocidas. Sin embargo cuando el y Mamá se van a explorar, descubren algunos lugares similares que les recuerdan a casa y Miguel se da cuenta que hay una posibilidad de mantener un poco de Puerto Rico con el — incluyendo su amor por Coquí — a donde quiera que vaya.