Fluidez: Actividades para su niño(a) en el jardín de infantes

Family reading together

¡La fluidez es el puente entre la decodificación de las palabras y la comprensión de lo leído! Aprenda cómo ayudar a su niño(a) en el jardín de infantes practicar y mejorar su fluidez en la casa. Este artículo es parte de nuestra guía sobre la lectura, Aprender a leer: Guía para las familias, y también está disponible en inglés en Reading Rockets.

Agradecimientos

Este proyecto se desarrolló en colaboración con Reading Rockets y la Asociación Nacional de Educación.

Introducción

La fluidez lectora es la capacidad de un niño para leer un libro u otro texto con precisión, a una velocidad razonable y con la expresión adecuada. Un lector fluido no tiene que detenerse a "decodificar" cada palabra y puede centrar su atención en lo que significa el cuento o el texto.

Su niño(a) de preescolar se encuentra en las primeras fases de la lectura y está trabajando duro para dominar los sonidos de las letras, decodificar palabras sencillas y reconocer palabras comunes. Apoye estas nuevas habilidades lectoras sin presionar demasiado a su niño(a) para que lea más deprisa y con más expresión. Ese tipo de fluidez natural se consigue con mucha, mucha práctica.


Actividades familiares

Puede empezar suavemente a desarrollar la fluidez de su niño(a) con las actividades que le proponemos aquí. Recuerde que cada niño se desarrolla a un ritmo diferente y que es posible que su niño(a) no esté preparado para algunas de estas actividades hasta el primer grado.

Escuchar todos los días

Una vez que haya encontrado una colección de libros que su niño(a) pueda leer, escúchelo leer todos los días. ¡Tenga paciencia; los lectores nuevos suelen leer despacio! Ofrézcale ayuda cuando se atasque y alábelo(a) y anímelo(a) siempre.

Relea sus libros favoritos

¡La fluidez requiere mucha práctica! Tenga una colección de libros que su niño(a) pueda leer rápida y fácilmente. Anime a su niño(a) a releer sus libros favoritos una y otra vez. Con cada lectura, notará que su niño(a) lee un poco más fácil, un poco más rápido y con un poco más de confianza y expresión.

Léale todos los días a su niño(a)

Dé ejemplo de lectura fluida leyendo y releyendo libros con su niño(a). Aunque su niño(a) sea capaz de leer por sí solo(a), siga encontrando tiempo cada día para leerle libros que estén un poco por encima de su nivel de lectura. Disfrutará escuchando cuentos más avanzados y oirá un buen ejemplo de lectura fluida: cómo cambia usted de expresión a lo largo de un cuento y lee con facilidad. Su niño(a) oirá cómo levanta la voz al final de una frase interrogativa o cómo cambia la voz para los distintos personajes.

Elija los libros adecuados

Ayude a su niño(a) a elegir libros que pueda leer cómodamente. La "prueba de los cinco dedos" es una pauta útil para los lectores principiantes. Mientras su niño(a) lee, cuente la cantidad de palabras que no puede leer por página. En general, debería haber cinco palabras o menos que le den problemas en cada página. Si un libro contiene varias páginas en las que cuenta más de cinco palabras que no puede leer, considere la posibilidad de leer ese libro a su niño(a) hasta que desarrolle más destreza lectora. 

Lectura en parejas

Lean en voz alta por turnos. Usted va primero, ya que su lectura le sirve de modelo de cómo suena una buena lectura fluida. A continuación, pídale a su niño(a) que vuelva a leer la misma página que usted acaba de leer. Verá que la lectura de su niño(a) empieza a parecerse cada vez más a la suya. Repita esta operación durante varias páginas. Cuando su niño(a) se sienta lo bastante cómodo(a) y familiarizado(a) con el libro, léalo por turnos página por página.

Juego del eco

Elija un libro que se ajuste al nivel de lectura de su niño(a) y lea una frase en voz alta con el uso de la expresión y las pausas adecuadas. A continuación, pídale a su niño(a) que lo imite con la lectura de la misma frase y con la misma expresión y las mismas pausas. Repita el juego cada pocos párrafos a medida que vaya leyendo el libro.

Lectura coral

Elija un libro que se ajuste al nivel de lectura de su niño(a) y lean una página o un pasaje juntos al unísono. Puede que tenga que bajar un poco la velocidad de la lectura para seguir el ritmo, pero no lo haga demasiado. Anime a su niño(a) a imitar su ritmo y su expresión.

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